Dedicarles un día a las madres es una costumbre que data de muchos siglos atrás y que está presente en todos los pueblos y civilizaciones antiguas. Hoy queremos dedicarles algunos poemas.
Desde Artemisa o Pachamama, que fueron figuras maternales en la formación de la actual cultura occidental americana, hasta el presente, pasando por las imágenes religiosas y la influencia del cristianismo con la Virgen María, la madre es una figura central desde el inicio de la vida.
El Día de la Madre en el mes de mayo, un mes de plena primavera en los países del hemisferio norte, tal vez se asocie con la Diosa Flora, la madre romana de los jardines, la primavera y las flores.
El 10 de mayo es un día que a nadie se le pasa por alto, pero sin duda, se ha convertido, desde hace varias décadas, en una jornada única de compra de regalos, almuerzos en familia, restaurantes atestados y centros comerciales a reventar.
Las madres no solo son el núcleo de la familia, sino que hoy deben trabajar arduamente y competir, de tú a tú, en una sociedad altamente machista que les exige compromiso familiar pero también, competitividad y productividad.
Algunas de ellas podrán disfrutar este día con sus hijos y familia, otras lo harán en soledad, en la búsqueda, a la distancia o desde sus ocupaciones, sin grandes cambios.
Queremos celebrar este día con algo de literatura y dedicarles a las madres, los siguientes poemas.
Doña Luz (fragmento)
De nosotros quedará la misma huella,
la semilla del viento en el agua,
el esqueleto de las hojas en la tierra.
Sobre las rocas, el tatuaje de las sombras,
en el corazón de los árboles la palabra amor.
No somos nada, nadie, madre.
Es inútil vivir
pero es más inútil morir.
Jaime Sabines
Palabras a mi madre
No las grandes verdades yo te pregunto, que
No las contestarías; solamente investigo
Sí, cuando me gestaste, fue la luna testigo,
Por los oscuros patios en flor, paseándose.
Y sí, cuando en tu seno de fervores latinos,
Yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro
Te adormeció las noches, y miraste en el oro
Del crepúsculo, hundirse los pájaros marinos.
Porque mi alma es toda fantástica, viajera
Y la envuelve una nube de locura ligera
Cuando la luna nueva sube al cielo azulino.
Y gusta si el mar abre sus fuertes pebeteros.
Arrullada en un claro cantar de marineros
Mirar las grandes aves que pasan sin destino
Alfonsina Storni
La casa sola (fragmento)
Madre de las cosas vivas:
te encargo a mi madre:
la blanca Celina
que tanto te honró
Tómala en tus manos
Guárdala en tu vientre
Arrópala Acúnala
Cántale canciones
Hazla tierra o flor
Hazla rosas frescas
Dale un poco de aire
Dale a beber sol.
Efraín Bartolomé
Dulzura
Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzura extremas.
Es tuyo mi cuerpo
que hiciste cual ramo
deja removerlo
sobre tu regazo.
Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío:
sobre tus dos brazos
tenme suspendido.
Madrecita mía,
todito mi mundo
déjame decirte
los cariños sumos.
Gabriela Mistral