Hoy conversamos con José Baldi, un pintor que viaja con su arte de Puerto Vallarta a Tepotzotlán, en un vaivén de sensaciones, sensibilidad y calidad.
Estimado maestro, muchas gracias por compartir con nosotros tu tiempo en esta entrevista. Para empezar, nos gustaría que nos comentaras sobre tus primeras sensaciones:
¿Cómo recuerdas tu primer acercamiento al arte y tu talento?
Desde la infancia recuerdo el placer y el gusto de dibujar, y recuerdo también frecuentes regaños al estar siempre dibujando en las horas de clase.
¿Estudiaste arte?
No, soy completamente autodidacta; el único acercamiento que tuve con alguna técnica, fue en la Universidad, cuando estudiaba arquitectura. Descubrí allí que era algo muy personal lo que estaba logrando, así que lo fui cultivando, al grado de poder lograr mi propio estilo.
¿Cuándo fue tu primera venta directa y tu primera en Internet?
Mi primer venta fue en 1987. Pude vender dos acuarelas de gran formato que presenté en mi primera exposición colectiva en Tepotzotlán, en el estado de México. La primera venta por Internet fue apenas en 2008 aquí en Puerto Vallarta.
¿Cómo se siente ser el artista que más vende actualmente en Vallarta?
Independientemente de que sea un logro, es un gran compromiso, ya que hay que mantener toda la formalidad, entrega y calidad de la obra. Esto es imprescindible para que siempre, cada cuadro nuevo, sea magnífico y la gente lo sepa y siga comprando y recomendando mi obra.
Aparte de las excelentes ventas, ¿crees que tu arte estará próximamente en algún museo?
Me encantaría, y asimismo tengo planeado que, a mi muerte, mi cabaña se convierta en una casa-museo que resguarde mi obra.
Nos puedes explicar tu afición por pintar toros…
He pintado toros desde hace mucho tiempo. El primer toro vendido fue en el año de 1988. Y siempre motivado por la energía y la fuerza con la que se le ha representado al toro a través de la historia de la cultura occidental.
¿Consideras tu sensibilidad vallartense o mexiquense?
Así como John Houston unió a Tepotzotlán (mi pueblo natal, donde inicié mi carrera) con Puerto Vallarta, en la película La noche de la iguana, yo he unido ambos lugares. Mi obra actualmente está dedicada a este bello puerto donde plasmo todo su encanto, para regocijo de mis clientes que, además ahora, son muy buenos amigos.
¿Dónde podemos observar tu obra aquí en Puerto Vallarta
Actualmente se puede apreciar mi obra en la galería de Baldi en el restaurant Barcelona Tapas, en la Galería Demetro, en Galería Pacifico y en colecciones privadas. En 16 años que tengo establecido aquí, existen casi mil diferentes casas, condominios y negocios (aquí en Puerto Vallarta), que poseen una o más de mis obras.
¿Qué les recomendarías a los artistas emergentes?
A los artistas emergentes les diría que las artes plásticas, como cualquier otra profesión, requieren de empeño, constancia y compromiso. Además, algo muy importante, que principalmente, al igual que yo, sigan su sueño.