El cambio climático es la variación global del clima de la Tierra. Cabe mencionar que desde la formación del planeta el clima permanece cambiando por los procesos dinámicos que suceden en nuestro planeta.
El cambio se produce a muy diversas escalas de tiempo, y sobre todo en los parámetros climáticos de: temperatura, precipitaciones, nubosidad, humedad relativa, entre otros.
A nivel global, la temperatura media anual de la Tierra ha aumentado 0.85 grados centígrados y se prevé que, al concluir el siglo, el incremento sea superior a 1.5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales. A este incremento se le conoce como calentamiento global y es originado por la acumulación de ciertos gases en la atmósfera terrestre, que dan como resultado el efecto de invernadero.
La expresión “efecto de invernadero” se refiere a la retención del calor del sol en la atmósfera de la Tierra por la acumulación de dióxido de carbono, óxido nitroso y metano. Sin los gases efecto invernadero, la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el planeta sería demasiado frío.
Estos gases son liberados por procesos naturales del planeta como son las emisiones de los volcanes activos o los incendios forestales causados por fenómenos naturales; sin embargo, desde la revolución industrial, el mayor aporte de estos gases a la atmosfera es por actividades antropogénicas como la combustión de combustibles fósiles, la industria, la agricultura y la deforestación.
Es decir, el consumo de petróleo, gas y carbón natural para iluminar las ciudades, propulsar nuestros vehículos, volar nuestros aviones y producir bienes a gran escala, generan la mayor cantidad de los gases de efecto invernadero. Con ellos, se ha catalizado el calentamiento de la atmósfera terrestre a nivel global, acelerando así el cambio climático.
Existe evidencia científica que nos advierte de los riesgos que enfrenta la humanidad a causa del calentamiento global: deshielo de las zonas polares, aumento en el nivel del mar, intensificación de ciclones, sequías, alteración del ciclo de agua, extinción de especies, escasez de alimentos y proliferación de enfermedades.
La Organización de Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial, apoyaron la creación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), donde participan científicos expertos de todo el mundo. El panel recopila cada cuatro años, los resultados de los estudios más avanzados de las evidencias del cambio climático y los difunde mundialmente.
Existe consternación mundial por las consecuencias del cambio climático, y paradójicamente, esta situación con escenarios desde preocupantes hasta fatalistas (a corto mediano y largo plazo) se ha acelerado por nuestro desenfrenado estilo de vida. Los más perjudicados seremos los seres humanos.
A pesar de que las políticas públicas de los gobiernos, y sobre todo de los países generadores de gases efecto invernadero son necesarias, cada uno de nosotros tiene la posibilidad de frenar esta situación. Revisemos nuestro consumo diario y realicemos acciones permanentes que disminuyan nuestro aporte de estos gases a la atmósfera. Algunas de las acciones que debemos hacer para mitigar el cambio climático son:
Apaga las luces de las habitaciones que no estés utilizando.
Si no se están usando, apaga y desconecta cualquier electrodoméstico.
Cuando sea posible camina, anda en bicicleta comparte automóvil con tus compañeros de trabajo, o utiliza transporte público.
Compra alimentos y bebidas de origen local.
No desperdicies el Agua.
REFLEXIONA de tu poder como consumidor,
RECHAZA lo que no necesitas.
REDUCE tu consumo.
REPARA lo que ya tienes.
REUTILIZA y evita los desechables.
RECICLA lo que no pudiste reutilizar.
REINCORPORA a la tierra tus residuos orgánicos.
RESISTE recuerda TODO ESFUERZO cuenta.
Ocean. Isabel Cárdenas Oteiza
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