Una visita al tianguis de Las Mojoneras es obligada en esta región de la ciudad. De hecho, su ubicación permite llegar bastante fácilmente accediendo por Av. México. Si llegan en automóvil, no se preocupen hay varias opciones de estacionamientos.
Cuando llegamos a un tianguis, una feria de opciones de compras, podemos tener la idea de ingresar a un sitio donde las reglas serán el desorden, la molestia y la música estridente por todos lados.
Nada más alejado de la realidad. Las calles del Tianguis de Las Mojoneras se caminan tranquilas, ninguna música será demasiado molesta (prácticamente no hay puestos con música) y pareciera que las calles son anchas, de tal modo que se pueden caminar pacientemente y sin ningún problema. La gente mira, pregunta, busca, una y otra vez.
En la 1ª cuadra básicamente, en la esquina de Av. México y Guerrero comienza la experiencia con una seguidilla de puestos de ropa, zapatos, tenis, chamarras y muy poquitos puestos de comida, como para no invitar todavía, a degustar los deliciosos platillos que se llegarán más adelante.
No hay alto volumen, nadie grita “pásele, pásele”, ni mucho menos. Nadie tiene la necesidad de abordarte en tu caminata. Te permiten observar, compenetrarte con tu necesidad (o necedad) con un gran respeto a la gente. La calle es ancha y cuando te acercas, sí, te ofrecen toda la atención amablemente, pero solo si te acercas.
Las calles que corren paralelas a la avenida principal, Zacatecas, Guanajuato y Aguascalientes, también están repletas de puestos. Sin saber por qué, se observa que algunas calles son de concreto hidráulico y otras de terracería. Eso no hace diferencia para la oferta.
Pero no solamente se ofrece ropa y calzado, aquí también hay herramientas, tecnología, elementos de cuidado personal, como en la 2da calle, Jalisco. Allí hay gran cantidad de ropa varios, puestos de celulares, juguetes, bijouteri, aseo personal y un puesto hermoso de frutas que inaugura el paseo por esa calle. No hay un orden, pero se puede conseguir un montón de cosas, entre ellas, seguro, lo que no necesitamos.
La llegada a la plaza principal de Las Mojoneras abre un capítulo aparte porque allí, los aromas y sabores, se entremezclan con la gran oferta de frutas y verduras que rodean este cuadro principal.
Aquí sí hay música, con un tecladista instalado en los más alto del escenario interpretando canciones conocidas que divierten, acompañan e invitan a dar la vuelta alrededor de este cuadro que parece la antesala del final del recorrido.
Un capítulo aparte merece la propuesta de los puestos de comida, infaltable en estas citas callejeras. Tlacoyos, huaraches, panes, tacos dorados, gorditas, quesadillas, pozole, aguas y jugos, son solo el comienzo del tour, que dejamos a su elección.
La salida por la Av. México nos lleva a recorrer varias cuadras de “comercios establecidos” todos abiertos, y al parecer, ninguno con quejas pues el requerimiento de sus servicios es permanente. Cuatro personas esperando para cortarse el cabello, dos señoras comprando pollos asados, una panadería exquisita que abre desde las 7:00 am, una papelería y varios comercios que, en la banqueta ofrecen ropa de color, mochilas, calzado y muchas cosas más, para no desentonar.
Por ahí averiguamos que desde las 5 de la mañana llegan los primeros puestos para elegir el mejor sitio. Algunos tienen acuerdos con los propietarios de las viviendas establecidas, para usar sus frentes. Otros siguiendo la ley de la calle: llego, y si el lugar está disponible puedo montar mi puesto y si no, a buscar otro lugar.
Una visita al tianguis de Las Mojoneras es un paseo agradable, familiar donde podrás caminar, preguntar, comprar y finalmente comer de una gran variedad de ofertas y platillos que te dejará desconcertado. La visita del domingo a Las Mojoneras, se convierte en un paseo obligado.