Después de un viaje de no más de 25 km, partiendo del centro de Puerto Vallarta, se llega al poblado de Bucerías, ciudad tranquila, pintoresca y amable.
Por momentos, pareciera que estamos en el antiguo pueblo de pescadores que dio origen a esta maravillosa villa turística; es Bucerías, sin duda, con la magia del tiempo entre sus venas.
Pero ese encanto de tranquilidad y calma se mezcla con el avance de las hermosas nuevas construcciones y el pujante comercio con artesanías, cultura, servicios y diversidad gastronómica de talla internacional.
Digamos que podemos iniciar nuestra visita directamente desde el Blvd. Riviera Nayarit o carreta 200, hacia la Zona Dorada.
Restaurantes, cafés, joyería, servicios de salud, se mezclan con la presencia inmaculada de las playas. En la Zona Dorada se encuentran algunos de los más hermosos desarrollos inmobiliarios y una variedad de hoteles para todos los gustos. Por las noches, suenan la música latina, el rock y un muy buen jazz.
Se debe rodear para lograr continuidad en el paseo, desde la calle Lázaro Cárdenas, de la Zona Dorada, a la calle México en el centro, por las obras sobre el Arroyo del Indio.
En el centro de Bucerías destacan los grandes restaurantes construidos sobre las arenas de las hermosas playas. En su interior podemos encontrar la más increíble variedad de mariscos, filetes, camarones, pescado sarandeado y ceviches, por solo nombrar algunas variedades.
Un capítulo aparte merecen las playas, que por su calma y tranquilidad, son absolutamente disfrutables tanto para adultos como para familias con niños; y como colofón de un día inolvidable, se puede disfrutar de la puesta del sol, imagen que quedará grabada en la memoria de todos los visitantes.
Bucerías es un lugar que reúne todas las características necesarias para pasar un excelente periodo vacacional, un fin de semana o solo unas horas. Pero eso sí, siempre con buen gusto, seguridad, excelencia y un toque de tradición que nunca está de más.
