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El Papelillo y los dioses antiguos

A finales de marzo y principios de abril, los aztecas celebraban al dios Xipe Totec o dios desollado. Este era el dios de la fertilidad, renovación y regeneración.

Este era representado como un hombre vestido con las pieles de las victimas que se sacrificaban en su honor, ya que se cree que este dios se quito la piel para alimentar a los hombres y es por esto que se le relacionaba al maíz, pues una vez que la mazorca de maíz se seca, es necesario quitarle las hojas que lo recubren para obtener las semillas que darán vida a las nuevas plantas, además, para procesar el maíz, es necesario quitarle la piel a través de la nixtamalización.

Para celebrarlo se sacrificaban esclavos de guerra y con su piel se vestían los sacerdotes y algunos monumentos construidos en su honor, de esta manera se aseguraba el equilibrio para que se tuviera una buena cosecha. Sin embargo, después de la conquista se sustituyó esta celebración por la celebración católica dedicada a la Santa Cruz, celebración impuesta por la emperatriz romana Santa Elena quien fue madre de Constantino I y quien se dice logró encontrar la cruz en la que fue sacrificado Jesús.

Pero para poder ocultar a su dios y poder seguir celebrándolo, los nativos hábilmente construyeron las cruces que adornaban las plazas de los pueblos con una especie de árbol única y cercanamente relacionada a su dios, el papelillo, palo xiote, palo mulato o Gumbo Limbo pues este tiene una corteza lisa similar al papel, que es de color rojiza y suele desprenderse del tronco, simulando la piel humana con la que se ataviaba el dios descarnado.

Y de esta manera se ha mantenido oculto hasta nuestros días, pues en algunos países como El Salvador todavía se construyen las cruces con este árbol, siendo una muestra fehaciente de sincretismo religioso. 

El papelillo o Bursera simaruba, es una especie que se encuentra desde el sur de Florida y hasta algunas partes de Sudamérica. Llega a medir 25 metros, con un diámetro de hasta 1 metro, tiene hojas de entre 2 y 5 cm que pierde en una época del año, sus flores pequeñas abren solo por un día y son polinizadas por abejas y colibríes que se alimentan del néctar de sus flores, estas dan pie a frutos en forma de drupas que son alimento de diversas especies de aves.

Los humanos los utilizan para construir cercos vivos pues al sembrar pedazos de sus ramas, estas se regeneran y surgen como nuevos árboles, además de sus hojas se pueden usar como forraje, su resina al secarse se puede usar como incienso y por otro lado es usada como especie ornamental y medicinal, ya que su corteza sirve para tratar erupciones cutáneas, enfermedades venéreas, disentería, expectorante, purgante, anti inflamatorio, cicatrizante, problemas de anemia, riñones, diabetes, artritis, y en algunos pueblos indígenas de Panáma, Nicaragua y Costa Rica la usan para contrarrestar la mordedura de algunas serpientes.

En el sur de México la gente le llama Chacá ya que lo relacionan con la Leyenda Maya de Chechén y Chacá, la historia de dos hermanos que por pelear por un mismo amor murieron y regresaron al mundo terrenal en forma de árboles, Chechén (Metopium brownei) un árbol que causa urticaria y Chacá (Bursera simaruba) el árbol que cura el mal causado por la otra especie. Extrañamente estos árboles crecen comúnmente uno al lado del otro, dando fuerza a la leyenda de los hermanos.

Por: SuperCrab Sapiens Correo: birdbraham@gmail.com

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