Probablemente antes de que los humanos habitaran esta bahía, las ballenas jorobadas ya usaban el lugar como sitio de apareamiento y cría. Es el perfecto refugio para que las hembras den a luz en este entorno.
La alimentación de una cría, con aproximadamente 50 litros diarios de una leche densa, dura alrededor de cuatro meses. Las madres normalmente no se alimentan y pierden una gran cantidad de peso durante su estancia.
Las crías se dedican a crecer y desarrollan una gruesa capa de grasa bajo su piel que les permitirá sobrevivir en las frías aguas del norte.
Mientras están aquí en la bahía, los recién nacidos aprenden cosas nuevas también; descubren el universo humano que flota sobre el agua y a los curiosos por naturaleza que se acercan en las embarcaciones: observación de humanos.
A veces las madres con sus crías son cortejadas por los machos que han venido con el único objetivo de conquistar a todas las hembras que les sea posible. Por eso es común que algunos despistados hombres crean que la naturaleza es como la sociedad que ellos construyeron, viendo que los machos de las ballenas jorobadas, son tan desobligados como ellos.
Es posible que la segunda ballena adulta que acompaña a la madre no sea un macho que se ha acercado a cortejarla sino un familiar, cuya función es la de apoyar a la madre con la protección del bebé.
Las orcas -el mayor depredador natural de las jorobadas- vienen a la bahía en busca de un suculento bocado a base de mandíbula y vísceras de las recién nacidas. Es por eso que el apoyo de un familiar no viene mal.
Al parecer las ballenas nunca están totalmente solas, pues se ha observado que lo único que necesitan es pedir auxilio a través de sonidos que los humanos no somos capaces de escuchar, mensajes que viajan a kilómetros de distancia alcanzando a todas aquellas amigas cercanas que también vinieron de viaje.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, las rivalidades existen. Los machos viajan largas distancias en búsqueda de hembras con las cuales aparearse y no son los únicos con las mismas intenciones: pueden llegar hasta 25 machos para ver quién ganará el favor de la hembra.
Los machos cantan, de hecho, es posible que la leyenda de las sirenas haya sido inspirada en la canción de los machos de ballena jorobada pues, si estás en el lugar y a la hora correcta, puedes llegar a escuchar el canto desde la superficie del agua, incluso las embarcaciones pueden vibrar si el cantor se encuentra debajo. Es interesante que todos los machos de una comunidad cantan la misma canción, pero ésta evoluciona con el tiempo. Siempre se ha creído que cantan para atraer a las hembras, en realidad cuando un macho canta dice “yo soy más fuerte y grande que todos ustedes”.
Definitivamente no podremos saber las verdaderas intenciones de los machos al cantar; un enigma de las ballenas jorobadas, pero, mientras sigan llegando a estas costas, nuestra bahía siempre será la bahía de las jorobadas.