En los últimos 20 años, fue posible revitalizar y rejuvenecer la mirada, reducir las arrugas o recuperar la calidad natural de la piel gracias, entre otras muchas cosas, al Botox™.
Este es uno de los procedimientos de la medicina estética más demandados en todo el mundo. Con este tratamiento se busca relajar los músculos faciales, la desaparición de arrugas, estilizar las líneas de expresión de la frente, estirar el entrecejo o desaparecer las patas de gallo.
“La toxina botulínica es una neurotoxina, elaborada por la bacteria Clostridium botulinum, que actúa impidiendo la liberación de acetilcolina en las uniones neuromusculares o en otras uniones colinérgicas y produce una denervación parcial reversible de los músculos donde se inyecta o de las glándulas ecrinas”.
Un poco complicado, ¿verdad? La cuestión es muy sencilla. Se busca rejuvenecer el rostro sin pasar por el quirófano mediante tratamientos estéticos que eliminan temporalmente algunos signos de la edad como las arrugas o devuelven la vitalidad a nuestra cara. Con estas aplicaciones, muy raramente existen reacciones adversas.
Su tiempo de duración (de los efectos) tras la aplicación varía entre cuatro y seis meses, dependiendo de factores individuales de cada paciente.
Una buena pregunta sería quién lo puede usar y cuándo, teniendo en cuenta que lo de hoy es verse bien y sentirse bien por dentro y por fuera. Los especialistas dicen que antes de los 30 años ya comienzan a aparecer las primeras arrugas. La realidad es que la aplicación de este tratamiento la debe realizar un experto, manos de profesionales de la salud, después de una valoración.
Entre todos los tratamientos que hay a disposición, Botox™ es el más sencillo de aplicar. Su aplicación implica sólo unos cuantos piquetes un poco molestos. Proporciona un efecto agradable por ser un inhibidor temporal de la contracción del músculo y sus efectos duran un periodo aproximado de 4 a 6 meses.
Desde Perú, la doctora Elaine Chang Crespo sostiene que:
La edad ideal para aplicarse esta toxina es a partir de los 25 y 30 años. Es el momento en el que empiezan a acentuarse las líneas de expresión. No es recomendable el uso de Botox™ para quienes padecen de enfermedades neuromusculares, así como aquellas personas que tengan parálisis facial o debilidad muscular.
Cada vez mujeres más jóvenes recurren a la toxina botulínica: en los últimos tiempos la mayoría de las que se lo realizan tiene entre 30 y 40 años. Es que no solamente sirve para eliminar arrugas sino también para evitar su aparición y corregir asimetrías.
Para los alérgicos existe ya un producto que, en su formulación específica, no tiene albúmina humana, ni conservantes, ni lactosa o proteínas derivadas de animales, lo que la convierte en apta para personas alérgicas o intolerantes al huevo o la lactosa. Incluso, es una opción para veganos. Su nombre: Alluzience. Sus fabricantes afirman que sus efectos se notan más rápido, entre 24 y 48 horas tras su suministro, con resultados más predecibles que duran hasta seis meses.
Y no olvides que tu decisión debe ir acompañada por la opinión del médico, que, conociendo tanto las características de los diferentes productos como las del paciente, determinará qué opción es la mejor en cada caso particular.